Estudios científicos, indican que existe un riesgo de aparición de síntomas y molestias oculares y visuales con el uso de 3 ó más horas diarias de celulares, tabletas y computadoras, siendo el tiempo de uso recomendable inferior a 2 horas diarias.
Es común que hoy día, cualquiera de nosotros, incluyendo niños pequeños, utilicen estos dispositivos por más de 2 horas al día.
Entonces ... ¿Qué puede ocurrir?
Al usar estos dispositivos, centramos tanto nuestra atención a lo que estamos viendo, que olvidamos algo fundamental, esto es: parpadear.
El parpadeo nos ayuda a lubricar nuestros ojos y mantener una capa protectora de lágrima sobre ello, al olvidar parpadear, esta capa de lágrima se seca y produce irritación en nuestros ojos, lo que se traduce a molestias como: ojos rojos, cansancio ocular, visión borrosa, lagrimeo, ardor o comezón en los ojos.
Otra cuestión que sucede, es que realizamos un enfoque "cercano", y con ello, nuestros ojos deben realizar movimientos y cambios en el enfoque complejos, llegando a cansarse y a veces incluso a "trabarse" en esa posición de enfoque, esto puede traducirse en visión borrosa o incluso ojos chuecos, por espasmo de la acomodación o estrabismo. Auneque también, pueden haber muchas otras manifestaciones de acuerdo a diferencias de cada persona.
Es muy importante acudir con especialista de la visión y que este realice un buen interrogatorio para confirmar que se trata de un SVI-D, encontrar los problemas específicos en cada persona y tratar de solucionarlos.
Existen muchas enfermedades en los ojos que pueden parecer un SVI-D, incluso, existen medicamentos que tienen como efectos secundarios producir visión borrosa por la disminución de la capacidad acomodativa (como ansiolíticos, antidepresivos, entre otros) o que producen ojo seco (tratamientos anticonceptivos hormonales, antihistamínicos, entre otros).

Los síntomas más comunes asociados al SVI-D son:
Fatiga visual: también llamado cansancio ocular, y se debe al esfuerzo muscular y acomodativo sostenido al enfocar los objetos cercanos en los dispositivos electrónicos.
Dolor de cabeza o cefalea: Sobretodo en la parte de la frente o área de los ojos. Puede producirse durante o después del uso de dispositivos electrónicos comentados.
Ardor o escozor ocular: Generalmente se debe a un parpadeo insuficiente y/o incompleto por exceso de fijación visual, especialmente cuando el ambiente de trabajo es demasiado seco usualmente por el aire acondicionado o la calefacción.
Ojos rojos o hiperemia. El enrojecimiento de los ojos se debe a la presencia de vasos sanguíneos hinchados y dilatados por ojo seco, asociados a la fijación constate de PVDs, y debe ir remitiendo después de su uso para descartar otras patologías.
Visión borrosa: Sobre todo al mirar de lejos. Puede ser de manera momentánea, intermitente o mantenerse de manera persistente, llegando incluso a ocasionar ametropía (una miopía ya establecida), que es más probable que ocurra en niños o personas jóvenes.
Visión doble o Diplopia. Es más común que ocurra mientras se usan los dispositivos, aunque puede presentarse aún al estar alejados de ellos. Suelen acompañarse de una fatiga ocular.
Mareo. Este síntoma suele ser más como una sensación de vértigo, que suele ser leve y puede estar ocasionado por un determinado tipo de estímulo visual.
Síntomas óseo-musculares. Esto es presencia de dolor de espalda, hombros, cuello, muñecas y manos. secundario a una mala postura al estar usando estos dispositivos, la cual es usualmente demasiado rígida y por largo tiempo. A veces, una mala postura puede deberse a que ésta permite a los ojos realizar el trabajo de una forma más eficiente y confortable.
Deslumbramientos o Fotofobia. Es una sensación de hipersensibilidad de los ojos a la luz y suele acompañarse de dolor de cabeza.
Es muy importante conocer de este síndrome y su sintomatología, ya que con el aumento del uso de estos dispositivos electrónicos, estos problemas serán cada vez más frecuentes y por el momento desconocemos en realidad, las secuelas que podrán dejarnos a largo plazo.
Por ello, la importancia de mantener una postura adecuada y de realizar descansos periódicos al usar estos dispositivos, tratando de limitar su uso a cuestiones laborales y necesarias y sobre todo, evitar su uso en niños pequeños, de ser posible, no ser usados en menores de 6 años de edades, ya que no solo puede dañar sus ojos de manera permanecen, sino que se ha asociado a trastornos en adquirir habilidades sociales y un desarrollo neurológico adecuado.
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